Un sismo de magnitud 2.4 dañó al menos a un centenar de viviendas en Ciudad Guzmán, cabecera municipal de Zapotlán el Grande, demarcación del sur de Jalisco.
Al menos 22 de los inmuebles fueron declarados inhabitables por las afectaciones estructurales que sufrieron. El movimiento telúrico perjudicó también infraestructura urbana, incluidos pavimentos, tuberías de agua y drenaje, informó el alcalde Alejandro Barragán.
El temblor, ocurrido el martes poco antes de las 16 horas –menos de una hora después hubo una réplica de magnitud menor a 2.1 –, no causó lesiones a personas, pero al menos 35 habitantes de las casas más dañadas no podrán regresar a sus hogares.
Barragán agregó que el sismo fue provocado por una falla geológica que atraviesa Ciudad Guzmán de sur a norte, la cual se detectó luego del terremoto que devastó la capital del país en septiembre de 1985.
Esa grieta ha ocasionado desde entonces frecuentes temblores en la localidad, ubicada unos 135 kilómetros al sur de Guadalajara, muy cerca de los volcanes de Fuego y Nevado de Colima.
La sacudida sólo se sintió a lo largo de un kilómetro de la mancha urbana de Ciudad Guzmán, en una zona que abarcó el centro histórico de la localidad y perjudicó vialidades como la calzada Madero y la calle Carranza.
Al romperse las tuberías hubo fugas de agua, las cuales comenzaron a ser reparadas el martes, al igual que los daños en el sistema de drenaje. Los trabajos continuaron este miércoles.
“El episodio de ayer (martes) afectó también la colonia Santa Rosa, que es la que presenta mayor número de viviendas dañadas, pero también las calles Ignacio Mejía, Bustamante, Morelos y José Rolón, que están a unas cuadras del centro histórico”, detalló el edil emanado del Partido del Trabajo.
Dijo que, de acuerdo con datos preliminares, el movimiento se debió al reacomodo de una placa tectónica que, según el Servicio Sismológico Nacional se localiza a un kilómetro de profundidad, y descendió 40 centímetros bajo el subsuelo.
El edil de Ciudad Guzmán y Víctor Hugo Roldán, director de la Unidad Estatal de Protección Civil, coincidieron en que la falla geológica no genera sismos de alta intensidad; no obstante, a lo largo de los años ha provocado fisuras en inmuebles.
Alejandro Barragán afirmó que las averías por el temblor del martes fueron las más severas ocurridas en este poblado por un sismo desde 1985.
Acotó que será necesario apoyo del gobierno del estado y de la Federación para encontrar una solución de fondo al problema, en apoyo a los propietarios de los 22 inmuebles dañados esta vez, y a quienes habitan en las inmediaciones de esos edificios, para los que debe diseñarse un proyecto que el ayuntamiento no puede financiar por sí mismo.
Aunque el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) municipal abrió un albergue para 50 personas, los damnificados prefirieron resguardarse con familiares o amigos.
Con información de La Jornada