Sin importarle la explotación laboral de su chofer, quien le manejaba más de 16 horas consecutivas, en las redes sociales de Yucatán sale un video donde sólo se escucha la voz del san felipeño, con un tono de voz “quedraba”, siendo evidente que quiere aprovechar el accidente para culpar a otros y provocar lástima entre la población.
Termina su campaña tal y como la inició: acostado en un hospital privado y no en el sistema público de salud que su partido, Morena, presume que está “a la altura de Dinamarca”. De igual forma que lo hizo al inicio de la contienda electoral, cuando anunció que se había lesionado el hombro mientras “trabajaba” en uno de sus múltiples ranchos, ahora sale sin mostrar una foto y ocultando su estado de salud real, diciendo que él “se encuentra bien”.
Nadie de su partido ha salido a decir que el conductor se encuentra grave y que los demás colaboradores resultaron con lesiones graves, lo cual demuestra que están haciendo un uso electorero de la desgracia de sus colaboradores.
Esto demuestra, una vez más, el oportunismo político de Díaz Mena y de todos sus asesores: Gabriela López Gómez (inventora del corazón de Ivonne Ortega), Luis Hevia Jiménez (oficial Mayor de Ivonne y diputado con Rolando), Dafne López Martínez (diputado y director del DIF el sexenio pasado), y muchos otros que, acostumbrados a las mañas viejas, no les importa más que el bienestar propio y llegar al poder para seguir acrecentando sus fortunas personales.
Mientras que se desconoce la gravedad de sus colaboradores y del conductor que dormitó y a la velocidad a la que iba le fue imposible frenar a tiempo, sin estrellarse con una grúa estacionada en la carretera Mérida-Cancún, a la altura de Seyé, Joaquín Díaz Mena fue internado en la costosa clínica privada Star Médica, al norte de la ciudad de Mérida.
