En las filas de Morena Yucatán, la aparente calma y unidad que intentaba proyectar el partido se ha visto sacudida por una tormenta de traiciones y conflictos internos. El epicentro de esta crisis política es el exdelegado de bienestar, Huacho Díaz Mena, quien está furioso y decepcionado porque ya no será el candidato a la gubernatura en 2024, debido a la cláusula de paridad de género que otorga la candidatura a una mujer.
Esta decisión ha desatado una guerra interna en el partido y ha frenado el anuncio del liderazgo de los comités de defensa de la Cuarta Transformación en Yucatán, así como la elección de la candidata a la gubernatura. Huacho Díaz Mena está haciendo todo lo posible para cambiar esta decisión, lo que ha llevado a una confrontación interna que amenaza con una nueva desbandada de los “neomilitantes” que habían llegado al partido creyendo que él sería el candidato elegido.
Morena ha retrasado el nombramiento de los candidatos en 10 días sin justificación clara, y en los pasillos políticos se habla de descontento y amenazas de ruptura. Huacho Díaz Mena se siente traicionado y herido por las decisiones tomadas en la cúpula morenista, que ha llegado a acuerdos bajo la mesa sin la participación de la militancia real. Esto ha generado tensión y preocupación no solo en el grupo cercano a Huacho, sino en todos los que le brindaron su apoyo y ahora se ven en busca de alternativas políticas.
Las acusaciones de malos manejos y abusos en el uso de recursos públicos y programas de Bienestar para promoción han sido un lastre para Huacho Díaz Mena, y se habla de que podría estar negociando con otro partido político, como Movimiento Ciudadano, para buscar la candidatura a la gubernatura. Esta situación amenaza con una guerra política abierta en Morena Yucatán y plantea un nuevo desafío para el partido en su búsqueda de unidad y estabilidad.