Desde el inicio de las obras del tren maya en 2019, más de siete millones de árboles han sido sacrificados, marcando un ecocidio sin precedentes en la historia de nuestro país. Sorprendentemente, el Gobierno Federal no ha presentado ningún plan o acciones para reforestar las áreas devastadas.
El diputado federal Elías Lixa Abimerhi ha advertido sobre el intento de politizar este tema y aprovechar la ola de calor con fines electorales, especialmente por parte del candidato de Morena, Joaquín Díaz Mena. Este último ha culpado a los gobiernos locales por la ola de calor en todo el país en un video publicado en sus redes sociales, ignorando la negligencia ambiental del gobierno federal.
En los últimos días, la Ciudad de México ha registrado temperaturas históricas, llegando a los 33.4 grados Celsius. Si los argumentos de Díaz Mena fueran válidos, estaría señalando la ineptitud de su propio partido político, que ha gobernado la capital durante más de dos décadas.
El diputado federal señala que Díaz Mena también evidencia la indolencia del gobierno federal en cuanto a la devastación causada por el tren maya, que ha arrasado con más de siete millones de árboles en la selva maya y deforestado más de seis millones de metros cuadrados solo en el tramo 5. Además, se han expandido proyectos inmobiliarios que han generado preocupación y múltiples denuncias públicas de expertos en protección ambiental.
A pesar de que un juez ordenó suspender las obras del tren maya para detener la deforestación, estas continúan sin que se conozca un plan efectivo para compensar la pérdida de selva. Fonatur, dirigido por el candidato a gobernador de Morena en Tabasco, ha afirmado que los árboles talados fueron troceados y triturados, sin ofrecer acciones para recuperar el arbolado destruido.
En contraste, los gobiernos panistas de Yucatán han llevado a cabo un programa de reforestación, plantando más de un millón de árboles desde 2018, mientras que el ayuntamiento de Mérida ha implementado el programa “Adopta un árbol”, entregando más de 60 mil árboles para su siembra en domicilios desde 2021. Estas iniciativas contrastan fuertemente con la devastación causada por el proyecto del tren maya, destacando los esfuerzos locales para la reforestación y la recuperación de espacios verdes.